La educación sexual es un
proceso integral que va más allá de lo biológico. Abarca temas como el consentimiento, las emociones, las relaciones saludables, la identidad de género y la orientación sexual.
Busca proporcionar herramientas para que las personas tomen decisiones informadas y responsables sobre su cuerpo y su vida sexual. Promueve el respeto, la igualdad y la seguridad, ayudando a prevenir el abuso sexual y a fomentar relaciones basadas en la confianza y el bienestar.
Es fundamental en todas las etapas de la vida para formar individuos conscientes y empoderados.